Cuando se pierde un único diente, se puede colocar un implante en ese hueco, recubriéndolo posteriormente con una corona de porcelana. Este procedimiento ofrece la ventaja de que no hay que tallar los dientes contiguos para preparar un puente, como se venia haciendo tradicionalmente.
Cuando existen grandes huecos en la boca, imposibles de cubrir con un puente convencional, se pueden insertar varios implantes sobre los que se apoyará una prótesis fija.
Se pueden usar implantes para colocar un puente fijo apoyando o bien en dos implantes, o bien en tres. Estos métodos están especialmente indicados para aquellas personas que no pueden soportar dentadura removible, que era la habitualmente empleada en estos casos.
En pacientes totalmente desdentados, en los que las prótesis removibles convencionales no se sujetan y molestan al masticar, se puede colocar un número variable de implantes para estabilizar, retener y sujetar mejor una prótesis removible, o incluso para sujetar una dentadura total fija.
Es necesario realizar un análisis médico y odontológico de la situación de cada paciente. Se han de evaluar la salud dental, la forma de vida, la calidad ósea del maxilar o de la mandíbula y los hábitos de higiene. Si el diagnóstico admite una implantación, se planifica el programa de tratamiento y se realiza la intervención.
Es una intervención que puede realizarse en la consulta bajo anestesia local. Se corta la mucosa de la encía y se labra un lecho en el hueso, en el que se introduce el implante con toda precisión. La intervención dura entre 30 y 90 minutos, según el número de implantes que se van a colocar. Una vez colocado, se sutura la encía quedando el implante cubierto por ella.
Los implantes tienen que integrarse ahora en el organismo. Esta unión al hueso se produce en la denominada fase de osteointegración que dura aproximadamente de 4 a 6 meses. Durante ese tiempo, los implantes están bajo la superficie de las encías, uniéndose gradualmente al hueso. Mientras dura esta fase los pacientes deben usar prótesis provisionales. Algunas personas sufren molestias menores e inflamación durante los primeros días, pero esto no cambia la rutina de su vida cotidiana. El paciente debe someterse a revisiones periódicas hasta que concluya esta fase de cicatrización.
Una vez que los pilares se han unido sólidamente al hueso, se colocan encima unas pequeñas piezas que servirán de soporte para los dientes artificiales. Dichas piezas salen del implante a través de la encía, pero luego quedarán invisibles bajo los dientes artificiales definitivos.
Se realiza el molde para fabricar la prótesis dental que irá sujeta a los implantes. Estos dientes deben ajustar con seguridad en la boca y resistir el movimiento y la presión diaria creada por la masticación y el habla; por ello es importante que estén bien diseñados. El tipo de restauración más adecuado a cada caso es variable… Las restauraciones abarcan desde la corona, para reemplazar un solo diente hasta las dentaduras completas móviles o fijas, pasando por los puentes que reemplazan varios dientes.
Las revisiones periódicas son obligatorias e imprescindibles, ya que si no se controla la salud de los tejidos que rodean al implante mediante controles clínicos y radiológicos, el tratamiento puede abocar al fracaso. Es la fase mas importante de tratamiento.